Pienso que impulsar y sostener una economía más humana es posible e imprescindible en un mundo donde las variables macroeconómicas establecen reglas y condiciones adversas para amplios sectores de la sociedad. Creo en un Estado presente que genere políticas públicas para revertir o mitigar las situaciones de desigualdad, generando oportunidades de trabajo y de vida.
Por eso cuando fui diputada provincial, impulsé la Ley de Economía Social Nº 10.151, que en 2022 cumplió 10 años desde su sanción.
Cuando fui ministra de Desarrollo Social, con esa norma como marco y la decisión política del gobernador Gustavo Bordet, desplegamos un conjunto de estrategias para impulsar emprendimientos en toda la provincia, que han logrado mejorar la vida de miles de entrerrianos y entrerrianas y sus familias.